LES RENCONTRES D´ARLES PHOTOGRAPHY 2008

Christian Lacroix et ses invités



Con Christian Lacroix como director artístico invitado, la última edición de Les Rencontres d´Arles, celebrada entre el 8 de julio el 14 de septiembre, se dejó seducir por la moda, llegando a competir por una sola vez con Hyères y sus excentridades. Dar carte blanche a un creador como Lacroix tiene resultados inesperados pero nunca indiferentes, especialmente cuando éste convierte un festival consagrado en el “jardín de sus delicias”.

Este año, Arles lo fue toda moda. Del Cloitre San Trophine hasta el Parque de les Ateliers, del Espace Van Gogh a la Eglise des Trinitaires. Y la moda a su vez lo fue todo, una moda democrática y generosa que rompió con la dicotomia entre lo artístico y lo comercial, lo efímero y lo eterno, el diseño y lo kitsch. Sí, la moda se vistió de pueblo y, cuando empleamos la palabra “pueblo” en el caso de Arles, es en toda su gloria. Dentro del casco viejo, no hay prácticamente ni un rastro de HM o Zara. Más bien abundan tiendecitas con los souvenirs taurinos y los mantelitos típicos de la zona cuando no se trata con iglesias reformadas en bodegas, y petites patisseries...


...como esta!


En Arles este año, la moda fue moda en el sentido más agrio de la palabra, una moda modesta adaptada a los tiempos de crisis que corren. Nada de pretensiones resacosas, nada de divas como Lachapelle o Steven Klein. Solo hubo algo de los grandes, Richard Avedon, Paolo Roversi y Peter Lindbergh, algo de esa mirada onírica y neorrealista de los ochenta moribundos que lamentaban con el champagne en la mano el fin inminente del glamour, algo de este ideal súblime y decadente que hacía a Ava Gardner temblar en las corridas de toros, algo de esa belleza barroca y chic siempre con fondo un Waterloo, como le gusta a Lacroix. Nada podría ser más actual,¿no os parece?

De ahí la fotografía ligada a la moda. De ahí una serie de exposiciones de lo más interesante este verano en Arles, exposiciones basadas en la inserción de la moda en la vida cotidiana, con una predilección marcada por las bodas y los deslices de la haute couture en la calle. Fotografías de bodas arlesianas, remontadas en los sesenta y setenta, y álbumes de marriage por Jean-Christian Bourcart....

¡Qué bonita es la moda vista en sus aberraciones cotidianas! ¿Así no es como se completa el círculo vicioso de las tendencias? Del mercado a la calle, de la calle a la basura, y a empezar de nuevo...
Merecería la pena plantearse una boda sólo por este tipo de experimentación estética!

En Arles sumergió una moda que más que con vestidos pretende conectar con la realidad; una moda que delata involuntariamente el ser y el cuerpo propio; una moda que plantea cuestiones relacionadas con la identidad, su representación y comunicación; una moda sintomática de la antropología actual que dicta que ser moderno es proyectar tu esencia conceptual, disponer de una biblioteca, saber apreciar los vestigios del pasado, el encanto del kitsch y la acumulación... De ahi, Pictures from the Street una exposición en la que Joachim Schmid ha reunido algunas de las miles de fotos de la calle que lleva coleccionando desde el 1982.

La acumulación en toda su gloria...

De ahí también la moda como postura política de rebeldía y reivindicación sexual en los primeros retratos fotográficos. ¿Qué fácilmente inspirados se podrían ver Vivienne Westwood o Jean Paul Gaultier en las fotos de las cortesanas del siglo IXX, tal como éstas fueron registradas por la policía parisina? La moda en su estado más puro, en su momento de nacimiento: los retratos de las grandes damas y las reínas sexuales de la época delatan involuntariamente que la consciencia de estilo llegó a existir antes de Coco Chanel. Todo apunta a una de ellas que no estuvo en Arles pero merece ser merecida: es la Marquesa de Castiglione, que escenificaba sus autorretratos para pintar luego los detalles de sus vestidos.

Lo mejor: Entre famosas cortesanas y policías, una exposición sobre el copyright en la moda trataba sobre la manera en la que los diseñadores registraban para evitar plagios sus creaciones en books repletos de marravillosos looks de los años veinte y treinta.


Si esto no es estilo, me pregunto, ¿qué lo es?

Otro highlight del Festival: Clothes in Motion: History of the Fashion Video, una muestra acerca los diversos lenguajes y canales de proyección de la moda. Allí nos encontramos con noticiarios franceses de moda de los 30s y 40s (algo más o menos de este estilo), con las incursiones de fotógrafos de moda como Peter Knapp y Jeanloup Sieff en el cine, con fragmentos de varios programas televisivos de moda realizados en los años sesenta, como Dim Dam Dom (1965-1971), y con toda una serie de vídeos que Jean Paul Gaultier generó junto con creadores como Jean Baptiste Mondino en los ochenta y noventa para la promoción de sus colecciones. Pero también descubrimos que creadores como Jean-Luc Godard y William Klein habían flirteado con el mundo de la moda. El último con su sarcástico Qui-etes vous Polly Magoo en 1966 (la escena del desfile es formidable!) y con Mode en France en 1985.

Es una pena que no lo podemos reproducir todo lo que han visto nuestros ojos pero, para recompensar, ahí están unas imágenes de las fotos de desfiles de Guy Marineau y varias fotos tomadas en el apartado dedicado en las publicaciones y los medios de difusión impresa de la moda, en la que aparecían todos los dípticos promocionales de la Maison Margiela. Tampoco han faltado los blogs. La exposición terminaba con un apartado especial dedicado a los fashion bloggers, las promesas del futuro!






La moda es vanguardia, la moda sale de los bajos y los almacenes... Es lógico ir olfateando los nuevos talentos. Sin embargo, el apartado de los fotógrafos nominados nos resultó un pelín decepcionante. No por la calidad de los trabajos sino por los registros y los estilos. ¿Hemos chocado tal vez hoy contra la pared a nivel creativo? Hoy, la fotografía de moda sigue encasillada en la intimidad y la instantaneidad, en un registro de representación que ya se ha visto más que lo suficiente desde los tiempos de Corinne Day y la época dorada de las revistas de tendencias en los noventa.
La única diferencia hoy es que a todo esto se le ha añadido el minimalismo y la nitidez nórdica y esto es algo que hacen muy bien gente como Daniel Riera, Jamie Isaia, Cameron Smith , todos presentes en Arles.


Casos de locura imaginativa como él de Tim Walker siempre llevan un precedente como Cecil Beaton.


Pero casi que nos ha convencido más Grègoire Alexandre.

Han pasado 18 años desde el 1991. ¿No es el momento de tirar adelante?

¿Es tal vez por la sequía creativa actual que la programación de Arles este año ha apuntado a un concepto de fotografía de moda más sofisticado e híbrido interpolado con proyectos fotográficos procedentes del arte o del documental que llevan la representación un poco más allá? Puede ser. Más que en el esteticismo y la historia de la indumentaria, los diseñadores hoy se inspiran en lo social y lo humano para crear sus colecciones -mejor ejemplo que las colecciones de la última temporada no podría haber.

Uno de los autores en esta línea es Sanuel Fosso, artista de origen africano, quien traslada en sus autorretratos símbolos y elementos de la iconografía de la moda, demostrando que los límites de la representación y de la reinvención pueden ser infinitos.


Pero también la figura, el vestido, el uniforme, el estilo mismo se configura no sólo dentro de las redes de mercado, sino también en el seno de sistemas con fines exclusivamente políticos e ideológicos pese a apropriarse lo comercial. De ahí, las niñas de Vanessa Winship, colegiadas Kurdas de Anatolia con sus uniformes, y los testimonios de las mujeres de Achinto Bhadra, todas víctimas de abusos y violencia que transforman su dolor en fuerza, escenficando su propio cuerpo a través de vestidos y maquillaje. Imágenes que nos dicen mucho sobre la complejidad de la moda, del vestido y de sus creadores…


Todo esto fue sólo una pequeña parte de lo que pudimos ver... aparte de las fiestas taurinas y los platos de taureau que desgraciadamente nos acompañaron a lo largo de nuestra estancia.:-(

Transcendiendo medios, transcendiendo representaciones y filosofías, la programación de Arles ha puesto en manifiesto, por una vez más, que la moda puede ser un tema mucho más versátil y mucho menos purista de lo que normalmente se espera -gracias a la fotografía!
Lacroix ha aprobado el examen con buena nota.

Todas las imágenes: copyright ge+n.

Natasha Christia trabaja en el ámbito de la fotografía. Escribe, comisaría exposiciones, edita libros e imparte seminarios. En la actualidad, está a punto de producir su primera pieza audiovisual sobre el fotógrafo alemán Andréas Lang para 1000 Words Photography Magazine.